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Niños y Jóvenes
Niños
Los niños son los predilectos del Reino de los cielos y el poder de la oración de un niño es grande, ya que Jesús se hace especialmente presente.
El Padre Pío de Pietrelchina, el gran santo capuchino italiano, dijo: “los niños salvarán al mundo”.
Es por eso importante que, conscientes de esa fuerza de la oración y descubriendo que la consagración es hacer sagrado lo ordinario, enseñemos a los niños a ofrecerle en su consagración a Dios su alegría, su simpleza, su inocencia.
Este centenario es un momento extraordinario para que también ellos puedan conocer y consagrarse al Corazón de Jesús.
“Dejad que los niños vengan a Mí, no se lo impidáis, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.” Lucas 18, 16
Jóvenes
Para una persona joven, ¿qué significa Cristo?
Es la aventura y la alegría de una vida a Su lado. Él enciende nuestro corazón, le da sentido a nuestra vida, una misión por la que entregarse y un amor en expansión que nos conecta con todos. Nos transforma, no sólo el corazón, pero también la mirada, la cual recibe la capacidad de ver más allá, es decir, la fe.
Así que, si ya conoces a Jesús, este centenario es la ocasión perfecta para entrar en la profundidad de Su corazón.
Si aún no lo conoces, pero buscas respuestas, aquí las hallarás, porque está a la puerta, esperando que se la abras.
En palabras del gran escritor católico J. R. R. Tolkien: “Sólo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado” (Gandalf, El Señor de los Anillos)
Y tú, ¿qué vas a hacer con el tiempo que se te ha dado? ¿Estás dispuesto a vivir una aventura?
Este año tan especial descubre el corazón de Cristo y la misión que te tiene preparada.
“Quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.” Mateo 7, 7-11